PAPEL IMPRESO

Estoy leyendo, a saltos, la obra periodística de Vázquez Montalbán entre 1937 y 1986.

Como estamos en crisis, la he sacado de la biblioteca pública en lugar de comprarla. Lo único saludable que tiene el hundimiento económico global es que paseas más por la calle. Otro día hablaré de la biblioteca, esa galería hecha del deseo de los libros que no has leído o esa enorme caja de guardar juguetes de los libros que ya leíste.

Paso los ojos, y el entendimiento, por los artículos periodísticos de Vázquez Montalbán y me embadurno del placer de leer cosas artísticamente expresadas. Da igual el contenido, el continente es maravilloso. Bueno, el contenido no da igual, porque la crónica de los años cercanos de las historia del España, nos ilustra y nos previene de los males que nos acechan siempre.

Tengo, a veces, la sensación de que ese pasado cercano, está muy lejos, cuando en realidad está tan cerca como cualquier enseñanza útil.

Sea como sea, aprendo disfrutando como se empieza un escrito breve, como se lleva como se lleva por las cuestas y como se aparca elegantemente. Creo que me queda muchísimo por pedalear, pero la bicicleta literaria me la tomo como una diversión, no como un deporte de élite. Tengo la sensación de que jugar es tan importante como ganar. No se si deberían ustedes hacerme caso, porque soy un principiante.