miércoles, 30 de mayo de 2012

Ausencia de clasificaciones.

Normalmente, cuando escribo un post me las doy de escritor o de periodista. Me gusta creer que soy un genio de la palabra, un equilibrista de las frases, un artista de la expresión escrita. En fin que esto del ego es gratis en Internet y además no sueles oír las carcajadas de la gente pensando que eres idiota. Hoy sin embargo estoy escribiendo sin más, sin pensármelo, a bocajarro. Se me ocurrió ,al venir de un paseo por el parque, una idea. Trataré de exponerla. Cuando era pequeño, la única clasificación que tenía en la cabeza era que las personas eran simpáticas o antipáticas. Más adelante se me amontonaron más formas de diferenciar a los otros: Derechas, izquierdas, rico, pobre, de clase media, creyente, de otro país. Todavía que quedan más formas de clasificar pero no me apetece expresarlas. Esta reflexión es solo eso, lo que expresa, sin más. Ni necesito, ni quiero ser hoy un filósofo inesperado o un brillante sociólogo de tres al cuarto. Hoy sólo quería escribir.

lunes, 14 de mayo de 2012

Sexo en Milan

Estoy leyendo, a ratos y en desorden el libro de Ana Milán: Sexo en Milán. La persona que escribió la contraportada lo dice de una manera perfecta: Un libro para chicas, que deberían leer los chicos. Los hombres deberíamos saber más de mujeres si es que tanto nos interesan. El consejo de un sabio anciano que conozco es: escucha, y eso se puede hacer, además de poniendo la oreja, leyendo este libro, por ejemplo. Sinceridad, glamour y formas de pensar de las mujeres. Un texto ágil, certero, valiente y divertido, perfumado por la sonrisa elegante de su autora. Aprovecho la ocasión para recomendarós los libros y el blog de una nueva seguidora, que me honra con su presencia en la red: http://cristinaroswell.blogspot.com.es/ Otra chica que como el que escribe tiene a Drácula como uno de sus mitos.