El violinista de Byres Road

Cerca de la puerta de la biblioteca pública Hill Head en plena Byres Road podemos encontrar y escuchar cada poco tiempo a un violinista. Las almas que tienen la compañia de un violín no tocan, no interpretan un intrumento, lo convencen para que hable, para que nos cuente una historia.
Al pianista de Byres Road lo puedes escuchar cuando estás dentro de la biblioteca y crees que forma parte de las estanterias con libros y de la devota búsqueda de cosas bellas que persiguen las muchachas y ancinanos que van allí a leer y a tomar prestados los tomos grandes y pequeños que están llenos de palabras escritas.
El pianista de Byres Road tiene la funda del violín para que le eches monedas pero no parece prestarle atención, es natural cuando el violín habla incluso el musico se embelesa con su cuento cantado.
Pero hay días que el violinista debe estar desganado y entonces es cuando toca el violín con poca intención. Hay días más grises que otros en Glasgow, no es culpa del violinista.
La gente pasa por la calle y sabiéndolo o no se queda dentro con la música.
Los chichos con guitarra y barba que tocan un poco más adelante, tan simpáticos, consiguen mas monedas pero no pueden hacerle sombra a la canción que suena dentro del violinista de Byres Road.