domingo, 4 de diciembre de 2011

NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS


De momento el título es seductor. ¿Quién no odia a los malvados?

El super-antihéroe que funciona por su cuenta, inventando la ley del talión a su medida. Pero con otra vuelta de tuerca.

Para ser más duro que el Carballo de Vázquez Montalbán, hay que ser una roca.

Una road movie interior que dirige al protagonista al precipicio de la autoinmolación.

El lobo solitario, el tipo que se bebe la vida con la misma facilidad que los cubatas de ron. Un Coronado que está estupendo, con una cara y un alma sin afeitar. Unos actores que convencen y componen un retrato al neón del submundo de la delincuencia más peligrosa.

Una película que funciona con el atractivo de la venganza. Cine negro en color. Pitillos, pistolas y cine, una combinación que funciona muy bien.

¿Quién teme al lobo feroz?

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