jueves, 15 de abril de 2010

COMBUSTIBLE SOLIDO CAPITULO 1

La nave despegó, con la solidez y la elegancia que solo tienen las viejas máquinas. El viajero miró por la ventanilla.
La luz ambiental se apagó suavemente y el suelo y las paredes quedaron marcados por unos puntitos azules que mostraban el pasillo, la situación de los asientos y las salidas de emergencia.
Una voz grabada dijo:
-Trayecto de un cuarto de dia solar, se realizará sin escalas. Viajaremos con el depósito en tres cuartos y repostaremos en la hora octaba de la travesía. Recuerden consumir líquidos regularmente.
De nuevo el mismo mensaje sonó, en esta segunda ocasión en inglés.
El viajero consultó su reloj de muñeca y volvió a mirar por la ventanilla. La ciudad se alejaba con la velocidad de un dibujo animado.
Estiró los dedos de las manos y los pies y se recostó. Al sonido de su bostezo la pantallita que parecía flotar delante de su asiento dejó de emitir noticias, se plegó y se recogió rapidamente en el techo.
Con el inicio del sueño la imagen de Sonia envolvió su mente como un edredón. El corazón es siempre un niño pequeño al que es imposible echar la culpa de nada.
Fuera partículas de polvo de Emio rascaban la superficie de la nave haciendo saltar pequeñas explosiones fosforescentes.
(27 octubre 2009 Glasgow)

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