How are you doing sweetheart?
Habló un rato con la mujer checa, Iva Cermakova, delgada, rubia, inteligente y sensible hasta lo inimaginable.
Le preguntó si era seguro lo que le decía en su e-mail.
Lo era, la mujer de grandes ojos azules y voz sensual nunca se equivocaba. El libro estaba donde ella habian investigado que estaba en un pueblecito de galicia. Sus conocimientos de portugués le permitieron entender el cerrado acento gallego de una señora mayor y dar con el libro que Miguel adoraba. Dos meses de investigación para coseguir el juguete del hombre del que se habia enamorado. Los hombres son como niños mas grandes, y se les convence de lo que sea con las tonterías mas simples.
Iva estaba muy enamorada de aquel idiota, que no lo era en realidad o que lo seguiría siendo mientras sintiera pena de si mismo.
Sea como sea el amor de las personas que nos quieren de verdad nos absuelve a veces de todos nuestros pecados y ni el mas fiero de los demonios puede entonces con nosotros. La espada más afilada la afila la bondad y has de tener cuidado con ella, solo la venganza le da un filo mas fino que además lo envenena.
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Se sentía como un personaje del Club Dumas de Peréz Reverte pero estaba muy lejos de ser siquiera un buen personaje. Era un hombre cobarde que en lugar de buscarse a si mismo Buscaba un libro descatalogado sin especial valor para aparentar ser un erudito.
Estaba escitado, temblando de emoción. tiró el cigarrillo al suelo, olvidando que en Glasgow la multa por ese pecado de incivismo son 50 libras esterlinas si te ve la policía.
A veces la suerte acompaña a los valientes y a veces a los imbéciles, ella sabrá porqué. Todo los que lo conocen se hubieran alegrado de que le pusieran la multa.
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